El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología informó que el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) y sus estudiantes del Laboratorio Nacional de Sistemas de Transporte y Logística (SiT-LOG Lab) desarrollaron un proyecto de ciclovías rurales que tienen como objetivo principal el ofrecer una alternativa más segura a las personas que se transportan en bicicleta en los tramos carreteros.
El proyecto fue desarrollado por el investigador titular Ricardo Eugenio Arredondo Ortiz, quien está especializado en transporte sustentable y Joseline Trejo Horta, quien es estudiante de técnico superior universitario de desarrollo de negocios del área de Logística y Transporte de la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji.
La joven desde el pasado 2015 promovió una iniciativa que surgió cuando los ciclistas de las comunidades cercanas al IMT solicitaron una estructura segura que les facilitara el traslado de sus hogares a los centros de trabajo.
El proyecto se implementó porque la misma petición solicitada a los ingenieros de IMT estaba promovida por algunos jardineros y personal de intendencia que labora en el instituto, además de algunos otros que son pobladores de San Fandila, La Venta, Ajuchitlancito y Galindo.
El proyecto realizado por Joseline Trejo contemplan con un ancho de 3 metros y una longitud de 3 kilómetros con una separación de entre 5 y 8metros de la carretera, lo que la hace más segura, la superficie de rodamento está realizada de pelo de tierra y tepetate compactado.
El investigador especialista en transporte sostenible del IMT, Ricardo Eugenio Arredondo Ortiz, abundó que tras la petición de más de 340 pobladores, el instituto realizó los trabajos de gestión con la entonces Comisión Estatal de Caminos y el apoyo sucesivo de doce estudiantes becarios quienes se fueron incorporando al proyecto.
“Los usuarios vulnerables tienen derecho a usar las vías generales de comunicación. En las carreteras no está prohibido el paso de ciclistas y peatones pero es muy peligroso, nosotros ofrecimos un camino especial para ellos”, recordó.
El investigador detalló que al momento se han invertido más de 800 horas de trabajo comunitario y se han utilizado dos mil metros cúbicos de tepetate que donó la comunidad de “La Venta”, mientras que la Presidencia Municipal de Pedro Escobedo realizó 300 viajes para transportar los materiales al sitio del tiro, además la Comisión Estatal de Infraestructura de Querétaro prestó la maquinaria durante un mes para los trabajos de excavación, carga de materiales, acamellonamiento, conformación, humedecimiento y compactación.
