Los precios de los combustibles ligaron a marzo siete meses seguidos de incrementos en las estaciones de servicio del país, según nuestro análisis comparativo la variación mensual que se ha registrado de diciembre a febrero de 2018 se ha incrementado el precio de la gasolina magna de un promedio de 16.16 pesos el litro a 17.33, mientras que el aumento de la gasolina Premium va de los 17.91 a los 18.97 pesos el litro.
En el marco del foro “Mitos y realidades sobre la gasolina en México”, el presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (ONEXPO), Roberto Díaz de León Martínez aseguró que los precios actuales del mercado son competitivos, sin embargo, están lejos de disminuir, pues la falta de infraestructura energética, la recuperación del precio del petróleo y el impuesto Especial de Producción y Servicios seguirán haciendo que el costo de este insumo no deje de incrementarse.
Durante el pasado mes de enero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público manejó fuertes estímulos que disminuyeron el impuesto por cada litro de combustible, sin embargo, durante febrero y marzo dichos estímulos se mantuvieron a la baja, ocasionando un incremento en el precio que se prolongó durante ambos meses.
Dentro del mismo evento Fernando Herrera Fallas, director de tarifas y precios de la Comisión Reguladora de Energía aseguró que al momento, Petróleos Mexicanos cuenta con 77 terminales de almacenamiento, sin embargo, y tal y como puntualizó el analista Ramsés Pech, la infraestructura actual sólo es una tercera parte de la que debería existir en México si quisiéramos contar con un proceso de almacenamiento eficiente.
Los panelistas aseguraron que el incremento en los costos es un reflejo del retraso en la implementación de la Reforma Energética, por lo que aseguraron que el precio de los combustibles seguirá fluctuando a la alza al menos hasta 2023 o 2025, sin embargo, detallaron que si bien es cierto que existe la posibilidad de que el sector privado invierta en la construcción de nuevas refinerías que ayudarían a disminuir la compra de combustible en el extranjero, también es verdad que se tratan de esfuerzos aislados que no podrán soportar la demanda general.
Roberto Díaz de León Martínez aseguró que si bien los precios de las gasolinas se mueven en función del costo del precio del petróleo, también “hay otros factores que inciden en el importe final al público, tal como lo es el costo de la transformación del crudo, el tipo de cambio, los costos de importación, seguridad y la pulverización del sector”, de igual forma reconoció que a mediano plazo los precios de los combustibles en nuestro país fluctuarán en la misma dirección que los precios internacionales, en el corto plazo debido a los costos que implican las rutas logísticas y el transporte del mismo combustible no será posible lograr una reducción adecuada a menos que entren en operación nuevas terminales marítimas.
Ramsés Pech aprovechó su participación para dar claridad al proceso de importación y a explicar el porqué entre el 15% y 20% del costo total de la gasolina va destinado al traslado. El analista detalló que para transportar un barril de gasolina del mercado estadounidense a nuestro país se paga un 1 por kilómetro en caso de que sea trasladado en un ducto, y se pagan 2 centavos sí se envía a través de buquetanques, 6 centavos en ferrocarril y 14 centavos si se trata de una pipa, además a este costo se le tiene que agregar el pago correspondiente por el concepto de seguridad privada durante los traslados.
Los especialistas coincidieron al asegurar que al menos por el momento nuestro país está pasando por una curva o periodo de transición de varios años que le permitirá en el futuro disminuir de forma sustancial los costos generados por el traslado de combustibles, sin embargo, al menos por el momento no encuentran una forma en la que la tendencia pueda verse revertida de forma radical sin enviar un mensaje equivocado a los inversionistas.
