Haciendo eco a un sin número de compañeros transportistas, propietarios. permisionarios y operadores en general, sobre que debemos de esperar de la nueva administración federal, como política a implantar de forma positiva para el sector autotransporte Federal que trate de subsanar el atolladero en que a la fecha se encuentra inmersa ésta indispensable e importante industria nacional: comentare lo siguiente:
Pero vamos a desmenuzar, un poco –solo un poco- porque la problemática nociva y escabrosa que corroe este medio de transporte terrestre, es inmensa: Así las cosas no se ha visto ni oído que el gobierno federal a 90días de iniciada su gestión, no ha dicho nada sobre algún programa encaminado a combatir el pandemónium que significa el ROBO AL AUTOTRANSPORTE FEDERAL, que ataca las diferentes modalidades de servicios de esta actividad. El silencio también se siente y es arrasador.
¿Ha que se debe esa indiferencia oficial? Debemos estar conscientes del gran daño que representa para el país la INSEGURIDAD que campea a sus anchas en estas vías de comunicación totalmente indispensables para el desarrollo “sustentable” para México. ¿Qué garantía tiene cualquier conductor u operador de una unidad de carga o de pasajeros, que va a transitar por cualquiera de esas carreteras o caminos que unen personas, así como materiales, mercancías e infinidad de productos, tan necesarias para la sociedad en su conjunto? ¡Exactamente ninguna!
Desde luego esto no es nuevo, ni atribuible a la nueva Administración del país, pero es urgente e indispensable que ese cambio tan esperado se comience ya en la actualidad a dar, a alguien le debe de tomar cuenta, este imparable ROBO DE CAMIONES y mercancías a transportar. ¡YA BASTA! que se sigan asesinando a los conductores de camiones de carga por no detenerse para ser violentados, asaltados y si no les guata o sirve su carga a los criminales, pues simplemente son ¡ASESINADOS ARTERAMENTE!
Y por ahí va la forma y manera en que atentan y quitan la vida a los conductores de los autobuses, foráneos, suburbanos y locales. Ya hasta les disparan en plena marcha (desde otro vehículo) no importando la cantidad de pasajeros que lleven, ¿Qué es esto pues, en que se apoyan estos criminales para actuar en esta forma tan despiadada? ¿Será acaso en los Derechos Humanos, que para los agresores si funcionan de maravilla?
¿Cuánto tiempo hay que esperar para que la gran madeja de la burocracia, HAGA CASO AL PRESIDENTE? La burocracia no quiere soltar el gran hueso de la corrupción que es lo que más exprime y sabotea esta actividad. Y vale la pregunta también para saber a cuanto tiempo le tiramos, para contar en calles, parques, espacios públicos y caminos con la tan discutida GUARDIA NACIONAL, que YA es constitucional su operatividad, corporación que se pretende y se perfila como la panacea en el combate a la corrupción, delincuencia organizada, desorganizada y tanta trapacería que hay que desmembrar y como dijo el presidente de todos los mexicanos; hay que parar pero ya; ”tanta pinche tranza”.
Claro desde luego eso se tiene que acabar, pero se hace impostergable para el ROBO AL AUTOTRANSPORTE, salir a trabajar con la garantía de llegar a sus incontables destinos por bien de la patria. Tantos años de trabajar en las instancias correspondientes, pidiendo se federalizará el robo al transporte y a partir del pasado año que se dio la reclasificación, seguimos igual en los M.P. del fuero común, como en las fiscalías federales, ni unos ni otros tienen peritos, y no se ve sustancial la disminución de este delito. ¿O QUÉ NO?
