Según informó la Asociación Nacional de Productores de Camiones y Tractocamiones, A.C. ANPACT, desde el 2016 han ingresado a nuestro país poco más de 10,000 vehículos pesados usados, los cuales, no cumplen con las normativas ambientales actuales, por lo que dejaron clara su postura sobre este tema, al asegurar que la llegada de este tipo de unidades a México tienen un efecto negativo en el medio ambiente, la economía, la seguridad de las carreteras, y la salud pública. 

El organismo que representa desde 1992, a los fabricantes y ensambladores de vehículos pesados, realizaron un estudio basado en datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, (AMIA), y la Secretaría de Administración Tributaria, donde encontraron una tendencia a la baja en el mercado de vehículos nuevos, en comparación a la comercialización de unidades importadas. 

ANPACT anunció que del 2005 al 2017, se importaron 89,773 unidades, mientras que la venta de unidades nuevas fue de 320,355, lo que da como resultado un porcentaje del 28%, de unidades importadas como vehículos nuevos; dicha tendencia se mantiene en los vehículos ligeros, ya que ingresaron 8,023,140 unidades de importación, lo que da como un resultado el 55.1% de las unidades que se comercializaron en aquel periodo, cuando se registraron ventas por 14,550,238. 

Al respecto,  José Antonio Ortega, Director Técnico y de Ingeniería de la ANPACT destacó la importancia de combatir la importación de vehículos usados, ya que es darle la espalda a la industria nacional, de igual forma, el directivo explicó que las unidades viejas no cuentan con los sistemas de seguridad adecuados, son unidades altamente contaminantes, por lo que solicitó a las autoridades promover planes de renovación vehicular y esquemas de movilidad integral, pues de esa manera se eliminaría la necesidad de integrar a las flotas del país unidades de importación con edad avanzada. 

“La apertura indiscriminada afecta al desarrollo del mercado de vehículos usados nacionales, y ha dañado el potencial crecimiento del mercado de vehículos nuevos”. 

Finalmente, la ANPACT solicitó al Gobierno considerar el riesgo inminente que representan este tipo de unidades, que al no contar con la capacidad técnica y tecnológica necesaria, puede poner en riesgo, la vida de los operadores y de los usuarios de la red carretera federal.