El pasado 8 de enero, la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, A.C. (ANPACT), dio a conocer a través de su boletín estadístico, el comportamiento comercial de vehículos pesados al cierre del 2019, y oficializó la tendencia esperada por los analistas, al confirmar una caída comercial en la venta de las unidades al mayoreo, por un orden del 33.6%.
Según detalla el organismo, durante diciembre del año pasado se vendieron 2,216 unidades de carga y 612 vehículos de pasaje, cifras que representan una disminución del 32.6 y el 36.8% respectivamente, la cifra general de ventas al mayoreo en a diciembre registró 1,828 unidades, lo que representa una disminución de 1,428 unidades en comparación a diciembre de 2018. En el mismo mes, pero ahora en lo que corresponde al menudeo, se registró un total de venta de 3,868 unidades, de las cuales, 3,149 fueron vehículos de carga, y sólo 719 fueron unidades de pasaje, registrando un crecimiento en las unidades comercializadas, que sólo llega al 2.2%.
En lo que se refiere a las ventas acumuladas durante el año pasado, ANPACT dio a conocer que la venta al mayoreo alcanzó las 39,723 unidades, lo que representa una disminución del 3.8%, si se compara con las 41,276 unidades comercializadas durante el 2018; a detalle se analiza que el segmento de pasaje fue el más afectado, pues se contrajo en un 24.2%, en comparación a lo registrado durante 2018. Por otra parte, las ventas acumuladas al menudeo registraron un total de 42,010 unidades, lo que representa un incremento de 1.8%.
Al respecto, Miguel Elizalde, presidente Ejecutivo de ANPACT, calificó a la caída del 33.6% en las ventas al mayoreo durante diciembre como una “señal preocupante”, y un efecto de la falta de ajuste a la NOM-044 de la SEMARNAT, pues aunque saben que tras la resolución de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) sobre el permiso que se le otorgó a Petróleos Mexicanos para proveer al 100% del país de Diésel de Ultra Bajo Azufre hasta dentro de cinco años, y que por tanto, no están obligados a cumplir con lo imposible, también están conscientes de que la falta de definición por parte de las autoridades correspondientes en este tema han dejado un ambiente de incertidumbre, situación que ha afectado a los procesos de renovación de la flota vehicular.
Finalmente, destacó que para este año que va comenzando será principal brindar a los transportistas y a las plantas armadoras, certeza jurídica lo antes posible, pues cada día de retraso supone una pérdida para la industria, y lo que resulta peor, “una pérdida para los millones de usuarios de transporte que existen en nuestro país”.
