Tal y como se recordará, el pasado 12 de enero, después de las 23:30 horas, se registró un accidente provocado por la volcadura y posterior incendio de uno de los dos remolques de un vehículo doblemente articulado que transportaba diésel, en el km 163+400 de la carretera Durango-Mazatlán, en el tramo que corresponde al doble voladizo del puente El Carrizo.
Como consecuencia de la volcadura, se derramaron y consumieron más 34,000 litros de combustible en un incendio que tardó aproximadamente 6 horas en extinguirse. A partir de esa fecha, el puente quedó cerrado al tránsito por los graves daños causados por el accidente y la circulación de los vehículos sobre la autopista fue desviada en el tramo comprendido del km 91+500 al km 174+400, con los consecuentes daños económicos y operativos que esto implicaba al transporte que circula por esta importante vía de comunicación.
Luego de las primeras inspecciones, se concluyó que la superestructura del puente, así como la carpeta asfáltica se encontraban seriamente comprometidas, debido a que el concreto de la losa estaba calcinado, al igual que el acero de refuerzo de algunas zonas, por lo que se cerró de manera temporal la circulación para rehabilitar el tramo afectado.
El pasado mes de marzo, y luego de las primeras labores de rehabilitación se abrió a la circulación el tramo afectado, esto con la intención de aminorar el impacto económico en el sector turístico durante las vacaciones de Semana Santa, sin embargo, debido a cuestiones de peso, se informó que no se permitiría el transito de unidades con las especificaciones de T3-C2-R4, hasta la finalización de las respectivas reparaciones a la estructura.
Fue durante la publicación correspondiente al periodo julio-agosto, que el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), que se dieron a conocer los resultados del monitoreo y las pruebas de instrumentación y carga durante la vialidad y de manera especifica durante los tramos en rehabilitación, llegando a la siguiente conclusión (sic), “ el puente tiene la capacidad estructural necesaria y está dentro de los márgenes de seguridad propuestos, por lo que la apertura provisional al tránsito restringido sobre el puente, no pone en riesgo la integridad de la estructura ni la seguridad de los usuarios. A la fecha y de acuerdo con la información obtenida por el sistema de monitoreo permanente, se concluye que las distintas etapas de rehabilitación se han mantenido dentro de los límites de comportamiento estructural definido al inicio del monitoreo y los parámetros estructurales que describen el comportamiento del puente El Carrizo se han mantenido dentro de lo esperado. Por último, es importante destacar que a través del sistema de monitoreo se ha podido tener una vigilancia adecuada de los pesos de los vehículos que circulan sobre el puente y, hasta la fecha se ha detectado pocas alarmas por vehículos que exceden el peso permitido durante el periodo de operación provisional; lo cual ha ocurrido en la noche-madrugada, cuando la vigilancia y control sobre el tránsito es más difícil. A pesar de ello, también se ha podido constatar que esto no ha afectado la condición estructural del puente”.
Así fue como durante la primera semana de agosto, el director general del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Sinaloa, Héctor García Fox anunció la reapertura del Puente, restableciendo totalmente el servicio para todo el tipo de configuración, de igual forma se anunció a través de un boletín que, la losa principal se encuentra concluida, con lo únicamente faltaría el retiro del paso provisional, la construcción de parapetos y carpeta asfáltica, pronosticando la apertura de la vialidad durante los primeros días del mes de septiembre.
