Gilberto Bañuelos Vázquez, dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadores del Transporte en el Estado de Nayarit (SITRATEN), explicó que como resultado de la pandemia causada por el COVID-19, y gracias reducción de la capacidad máxima para el servicio de las unidades del servicio urbano, varios permisionarios han decidido guardar sus unidades en Tepic, ya que después de analizar los costos operativos, se determinó inviable mantenerlas operando de forma regular.
Dicha medida ha ocasionado que hasta el 30% de los operadores del transporte público se quedara sin empleo, sin embargo, aseguró que como organismo se han mantenido en comunicación constante con los miembros afectados, quienes esperan volver a retomar sus actividades cuando las circunstancias mejoren. De igual forma, Bañuelos Vázquez, explicó que la reducción de unidades también ha creado un conflicto sanitario grave en las colonias de mayor demanda, pues en horas pico y con una menor cantidad de unidades disponibles, se llegan a detener camiones que exceden la cantidad de usuarios permitidos por la ley en el marco de las regulaciones emergentes como parte de los esfuerzos para reducir la probabilidad de contagio.
Finalmente, el representante del SITRATEN, comunicó su intención de solicitar a las autoridades de Tránsito y Vialidad en Nayarit su permiso para incrementar el número de pasajeros permitidos, mientras ellos se comprometen a reforzar las medidas de seguridad sanitaria existentes.