El pasado 1º de febrero, y como respuesta al aumento de casos, hospitalizaciones y muertes por COVID-19, el Congreso de Nuevo León aprobó el dictamen que reforma la Ley Estatal de Salud, y hace obligatorio el uso de cubrebocas, durante el tiempo que dure la contingencia sanitaria, con sanciones que van desde los 448 pesos y hasta las 36 horas de cárcel.
A detalle, el dictamen precisa que, en el caso de los operadores, usuarios y conductores de transporte público, privado o de carga, las multas podrán llegar a los mil 742 pesos.
El dictamen fue promovido por Carlos de la Fuente, coordinador de la bancada del PAN, quien recordó la importancia de endurecer las medidas de seguridad sanitaria durante la pandemia, ya que tan sólo en la entidad se han registrado poco más de 152 mil contagios.
“El uso del cubrebocas será obligatorio en vías y espacios públicos o de uso común, en el interior de establecimientos ya sean de comercio, industria o servicios, centros de trabajo de cualquier ramo, centros comerciales, así como para usuarios, operadores y conductores de los servicios de transporte público o privado de pasajeros o de carga, previa determinación y aprobación de los respectivos lineamientos por parte de la secretaría”, señala el dictamen. Finalmente, se señala que, de no cumplirse esta nueva disposición, la Ley estatal aprueba que las personas pueden ser sancionadas administrativamente por la autoridad sanitaria del estado, con auxilio o por medio de la fuerza pública y por los municipios