El COVID-19, también conocido como enfermedad del Coronavirus, es  una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2; y fue detectada por primera vez en Wuhan, China, el año pasado. 

Inicialmente, esta enfermedad produce síntomas similares a los de la gripe, entre los que se incluyen fiebre, tos, disnea, mialgia y astenia. Se caracteriza por producir neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, sepsis y choque séptico que conduce al 3 % de los infectados a la muerte. Actualmente diferentes países alrededor del mundo han desarrollado las primeras vacunas preliminares, sin embargo, los médicos sólo han podido aliviar los síntomas más graves y mantener en funcionamiento los signos vitales.

Se transmite de manera directa, a través de la tos, los estornudos y el contacto con personas infectadas, los síntomas aparecen entre dos y catorce días después de la exposición. Según estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud en Montana, Estados Unidos, el virus vive en el aire hasta tres horas después de la aerosolización, hasta cuatro horas en el cobre, 24 horas en cartón, y de dos a tres días en plástico y acero inoxidable. 

El 30 de enero, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la enfermedad como emergencia de sal pública de importancia internacional, sin embargo, el 12 de marzo y a causa de la muerte de más de 4,000 personas alrededor del mundo, y del contagio potencial de más de 100,000 habitantes, la OMS reclasificó la condición a “pandemia”, y solicitó a los países del mundo reevaluar los esquemas de atención sanitarias  con la intención de disminuir los casos confirmados. 

Los principales países del mundo atendieron a la emergencia, en China, se construyó un hospital en 10 días, únicamente para atender a los infectados por la nueva enfermedad. En nuestro continente, Estados Unidos, Uruguay, Argentina, Perú, Brasil, Colombia, Chile, Salvador y Honduras, cerraron sus fronteras y diseñaron esquemas de ingreso y salida de productos a través de puntos terrestres establecidos y controlados, cancelando el ingreso de varios vuelos.  Mientras que, en Europa, los países miembros de la Unión Europea anunciaron un cierre de 30 días con la intención de frenar la propagación del virus. 

Los Estados miembros del bloque también tomaron medidas. España cerró sus fronteras terrestres; en Alemania comenzó a imponer este lunes controles fronterizos con Austria, Dinamarca, Francia, Luxemburgo y Suiza.

Mientras que el mundo tomó las medidas de salud necesarias, el Gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, informó a través de Esteban Moctezuma Barragán, titular la Secretaría de Educación Pública la suspensión de eventos escolares y al adelanto del periodo vacacional contemplado por Semana Santa desde 20 de marzo y hasta el próximo 20 de abril; sin embargo, no se ha anunciado el cierre de fronteras, y se han expuesto inconsistencias en los puntos de revisión de los diferentes aeropuertos del país, sin determinar de manera exacta el número de pruebas que la administración federal realizó. 

De acuerdo con Ruy López, director general del Centro de Programas Preventivos de Control de Enfermedades, se estima que al ingresar a  las fases dos y tres de contagio de coronavirus en México, en nuestro país cerca de 250,000 personas presentarán la enfermedad, y de este número, un 70% requerirá de atención médica, el 80% de éstos casos sólo requerirá tratamiento ambulatorio, mientras que el 14% necesitará hospitalización, y el 6% que resta necesitará cuidados intensivos, siendo los más propensos a situaciones de riesgo los adultos mayores, personas con diabetes, neumonía, VIH, leucemia, y otros padecimientos inmunodepresores.