De acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Energía (Sener), durante el último año, el proceso de refinación de crudo de las seis refinerías del país registró una caída del 18.6% a pesar de los esfuerzos del Gobierno Federal por rehabilitar las instalaciones y mejorar los procesos de la empresa paraestatal. 

A detalle, la información de la dependencia explica que, Pemex pasó de refinar 657 mil barriles diarios en julio de 2019 a 534.4 mil barriles diarios en julio de 2020, siendo éste, su peor nivel de producción desde 1979, y siendo el tercer nivel más bajo en la historia de la empresa desde la instalación de su infraestructura actual. La cifra sorprende cuando este año  se destinaron casi 23,000 millones de pesos para la rehabilitación de las refinerías, y según lo estipulado en el Plan de Negocios de la empresa, se pronosticaba una producción de 788,000 barriles diarios.

Los especialistas reconocen que la demanda de combustibles cayó de manera estrepitosa por el impacto a la movilidad como consecuencia de la pandemia por COVID-19, varios especialistas del  Sistema Nacional de Refinación han asegurado que no se han presentado los resultados esperados por falta de presupuesto, sin embargo, este tema ya había estudiado y el estimado requerido que se presentó para que las seis refinerías estuvieran al corriente ascendían a los 8 o 10 mil millones de dólares.

Según se explica, en julio, la capacidad de utilización de las refinerías se ubicó en 34.7 por ciento del total, siendo la refinería de Tula, el caso más extremo al operar únicamente al 10.6 de su capacidad general; mientras que en unidades, otro complejo que observó retrocesos fue Madero, al pasar  78,514 unidades diarias a 61,269 barriles. Con estos resultados, la SENER y el Gobierno Federal se alejan de las metas prometidas, cuando pronosticaron una refinación promedio de 1.2 millones de barriles diarios al cierre de 2020, una cifra no observada desde abril de 2014.